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11 diciembre 2025

Olhão, buscando el relax


Volver a Olhão me hace muy feliz. Es un lugar tranquilo y plácido, sobre todo fuera de los meses de julio y agosto. En esos meses, la mayoría de ciudadanos de los países del centro y norte de Europa, incluido España, pasan sus vacaciones fuera de sus localidades. Ese flujo de veraneantes buscan afanosamente el mar principalmente en las costas del sur del continente ya sea las portuguesas, españolas, italianas, croatas, albanesas o griegas.


Septiembre, en cambio, suele ser un mes más calmado. Ideal para viajar. El parque natural de la ría Formosa está espectacular en ese mes. Así que pusimos rumbo a la población que más nos gusta de esa área geográfica: Olhão.


Olhão nos queda lejos, ¡ya nos gustaría tenerlo más cerca!, pero nos encanta visitarlo. También nos gusta Fuseta, pero Olhão posee mucha vida y alma. Además de una buena oferta cultural. También se pueden contemplar los mejores atardeceres desde el cais d'Olhão. Suelen ser, si el cielo está despejado, brillantes con tonos dorados, anaranjados y rojizos. Impresionantes. Asimismo esta población cuenta con un mercado de fruta y otro de pescado que, si te gusta cocinar, comprobarás que su materia prima es de las mejores. Nosotros adquirimos gambas blancas y calamares y los cocinamos en el apartamento que teníamos alquilado. También comimos fuera, porque en Olhão se come muy bien. Esta vez repetimos dos días en el restaurante Terra i Mar. Descubrimos nuevos restaurantes que no conocíamos, el restaurante GNO (grupo Navall de Olhão) y también la Padaria Delícias do Olhão. Allí tienen un menú ideal para comer algo rápido.


Disfrutamos del día a día que se vive en Olhão. La gente no tiene prisa y por las tardes, sentarse en el paseo del puerto, tiene la recompensa de ver llegar los barcos y ver pasear sin rumbo a las familias con hijos. En primera línea del mar, a pie de puerto o sentada en un banco de madera en el Jardim Patrão Joaquim Lopes, el fuerte olor a mar mezclado con la frescura de la brisa atlántica hace que te reconcilies con todo.


Nos gusta pasear por la rua do Comércio, por la rua Vasco da Gama o por la tranquila calle rua Carlos da Maia con sus pequeñas casas de baja altura y llegar hasta la Praça da Restauração y la Igreja de NS do Rosário. Desde allí, vale la pena acercarse hasta la Avenida da República 14 y entrar en la Associação Cultural de Olhão, aunque solamente abre por las tardes. Es un local antiguo donde se realizan exposiciones, conciertos y actividades culturales y de todo tipo para los que viven allí. Además, cuenta con un pequeño bar-cafetería que es muy chulo y una zona al aire libre donde se celebran conciertos en verano.


Con todo, lo que más nos atrae de Olhão es su perfecta localización en el PN da Ria Formosa tan cercana a las islas de Armona y Culatra. Desde el paseo paralelo a la Avenida 5 de Outubro dispondrás de una buena visión de la ría Formosa. Te recomiendo llegar hasta el final, hasta la Real Marina, y contemplar otra panorámica de la ría. Merece la pena.

26 noviembre 2025

Torremanzanas o Torre de les Maçanes, conexión natural

Torremanzanas es una pequeña población, de unos 720 habitantes, cercana a Xixona (Jijona). Se encuentra en una zona montañosa, de secano, sin embargo, fértil y por esa razón rural, entre Alicante y Alcoi. Puedes llegar hasta allí por las carreteras CV-780 o por la CV-782. Son carreteras sinuosas y estrechas muy utilizadas por los motoristas los fines de semana. Aunque, también se pueden ver heróicos ciclistas. 


Antes de entrar al pueblo hay una serie de aparcamientos públicos, ya que el pueblo está sobre una colina y su trazado urbanístico es laberíntico y de angostas callejuelas. Nosotros llegamos por la CV-780. La villa dispone de varios comercios, bares, casas de alojamiento rural y carnicerías con un embutido típico de la zona -morcillas de cebolla, longaniza de pascua, sequet, sobrasada, blanquets etc- que está muy, muy bueno.

Durante años, toda esta área geográfica fue zona limítrofe entre los territorios conquistados por Alfonso X el Sabio y Jaume I y el territorio almohade. Desde el medievo, Torremanzanas o la Torre de les Maçanes dependía de la Corona de Aragón y de la diócesis de su vecina Xixona. Se segregó de Xixona ya en el siglo XVIII y finalmente alcanzó en 1805, el título de villa.

En la zona más alta de esta población está el edificio conocido como El Castell. Se trata de una torre probablemente almohade edificada alrededor del siglo XII. Construída como una torre de vigilancia para proteger la alquería conocida como Iri. Era una zona fronteriza. Hay paneles explicativos sobre las hipótesis de la arquitectura de este conjunto fortificado. En el siglo XIII, pasó a llamarse, simplemente, la Torre. Eso aceleró el cambio de nombre a esta localidad que pasó a llamarse Torre de les Maçanes. En el siglo XIV se realizan grandes reparaciones por orden de la última mujer del rey Pedro IV, el Ceremonioso, Sibila de Fortià. De la antigua estructura de este antiguo conjunto fortificado, solamente queda la restaurada Torre (el Castell). De planta cuadrada. De 10 metros de lado por 15 metros de altura. Existen vestigios de otros edificios alrededor de esta torre. Se sabe que estuvo amurallada y protegida. Durante los últimos tres siglos, la familia Rovira fue la propietaria de este edificio. Al final, en 1989, la cedió al municipio. Ahora, la torre se utiliza como sala de exposiciones. 

Otro de los edificios patrimoniales de Torremanzanas es la Masia "La Foia". Una masia con cuatro garitones en cada esquina, aunque de esos cuatro solamente quedan en pie tres. Seguramente esta masía típica valenciana fue antes, de su época cristiana medieval, una alquería almohade. El edificio es muy bonito y se localiza en uno de los extremos del pueblo, antes de la subida al Mirador y a la torre, el Castell

La parroquía de Santa Anna es la iglesia de esta villa. De planta de cruz latina, con capillas y sin cúpula. Edificada en el siglo XVI, se ha construído sobre una antigua necropolis. Aunque, la iglesia fue quemada en la guerra civil y posteriormente restaurada. Esta al lado de una antigua nevera. Se trata de un deposito para la nieve y la conservación de alimentos, de momento, en desuso.

Pasear por el casco histórico tiene su recompensa. Desde el Mirador, la visión del paisaje es muy bonita. Una visión de casi 360 grados. También, desde Torremanzanas puedes realizar muchas excursiones. Por ejemplo,  puedes recorrer la rutas del Pou del Retornat o caminar por los alrededores de la Serra dels Plans.

11 noviembre 2025

Cinctorres, en Castellón


Cinctorres, población de Castellón, tiene características muy similares a otras localidades de la provincia de Teruel como Cantavieja, Monroyo, Ráfales o Torre de Arcas.

En la Comarca de los Puertos de Morella - Els Ports-, las poblaciones de la provincia de Teruel y las de Castellón poseen una semejanza estructural que las unifica arquitectónicamente. Es una zona dura, de inviernos fríos. La construcción de las viviendas, en su mayoría, suelen estar realizadas en sillares de piedra protegiendo sobre todo el interior de sus casas de las inclemencias del tiempo. El grosor de los muros de las casas también las protegen del calor en verano. 

      

Toda esta área geográfica suele duplicar o triplicar sus habitantes en los meses de estío. El territorio de Els Ports, compartido con Teruel y Castellón (y también Tarragona), además tiene otros puntos comunes: su entorno natural y especialmente, su semejante paisaje. En este terreno, los árboles más comunes son los pinos, las encinas, los enebros, los olivos y los almendros. Igualmente abundan las plantas medicinales o aromáticas como el poleo, el tomillo, el romero o la salvia.

     
     

Cinctorres es una pequeña población de unos 400 habitantes. Se localiza en un altiplano a algo más de 900 metros de altura. Desde Cinctorres parten diferentes rutas senderistas y cicloturísticas. Algunas pasan por pequeñas ermitas que se hallan alrededor de villa, cómo la pequeña Ermita del Pilar (cerca de los antiguos lavaderos públicos), la del Calvari, la de Sant Pere Màrtir - a unos 3 kilómetros del centro - o la de Sant Marc, a unos 2 kilómetros de Cinctorres. También, a apenas 2 kilómetros, en la otra vertiente, se encuentra la gran ermita de la Verge de Gràcia, una pequeña iglesia-ermita con campanario y zona de recreo.

       
       

Cinctorres disfruta de un bonito centro histórico, no tan espectacular como el de Forcall, Cantavieja o Iglesuela del Cid, pero también muy interesante. Nosotros fuimos por la calle de la Plaça Vella hasta el Ayuntamiento o Casa de la Vila de Cinctorres, edificio del gótico civil del siglo XVI con arcadas esquineras. No pudimos acceder a su interior. Estaba cerrado. Enfrente de éste se encuentra el Palau de Sants Joans que durante nuestra visita a Cinctorres estaba en obras. Supongo que ya habrán acabado. Luego tomamos la calle Sant Joaquim hasta llegar a unas escaleras que nos condujeron a la Plaça Nova. Allí está la Iglesia parroquial de San Pedro Apóstol (Sant Pere), una iglesia del siglo XVIII de tres naves. La central con bóveda de cañón y las dos laterales con bóvedas de arista. En la fachada pueden verse sus dos torres de base cuadrada, pero con campanarios octogonales También, sobre la portada se sitúa la escultura de Sant Pere Apòstol.

   

Aprovechamos nuestra estancia en Cinctorres para comer en el restaurante del Hotel El Faixero. Un restaurante correcto y bien surtido y dónde se puede degustar la comida de la zona de Els Ports. El requesón con miel y nueces (mató, mel i nous), merece una especial mención.